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Mi experiencia: viajar sola a México de Oeste a Este.

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Para explicarte  el contexto brevemente, viajar sola a México, para mi, siempre ha sido una fuente de inspiración, de descubrimiento de sí y de apertura de espíritu.

He tenido la oportunidad de experimentar el viaje en solitario a partir de mis 22 años.

Empecé por Australia donde viví durante 1 año. La proximidad de este país con Asia y Oceanía me volvió aún más curiosa de lo que pensaba.

Es ahí donde mi futuro de viajera en solitario se dibujaba, empezando por el viaje que más envidia me daba, las Filipinas. Este segundo viaje en solitario acabó siendo uno de mis viajes y recuerdos  más bonitos de mi vida. Acababa de cumplir 23 años y solo era el principio.

A partir de ahí, pasaron 2, después 3 y de repente 5 viajes en solitario que me aportaron una lectura de vida de verdad, y de logro personal. Ya no podía parar. La soledad ya no me daba miedo, la distancia ya no me importaba, y confiaba más en lo desconocido.

Estoy viviendo en Canadá desde entonces, y uno de mis sueños se ubicaba a solamente 6h de vuelo de mi casa. ¿Qué proyecto idílico era? ¡Pues viajar sola a México!
Bueno, nunca había viajado a América Central y la oportunidad se me presentó. Si te soy sincera, esta vez, tenía aprensiones en cuanto a los lugares frecuentados por los carteles de ciertas zonas. Pero, sin dejar de estar al tanto y prudente, mi curiosidad y mis ganas de descubrir se enfrentaron a lo callado, a los artículos y rumores negativos que encontré (lamentablemente) sobre el hecho de viajar sola a  México.

Esta vez, sí que me sentía sola en cuanto a la idea de viajar sola a México. Pero siempre pensaba: “Si no me lanzo, nunca voy a saber lo que va a pasar y me voy a arrepentir.”.
No necesito mucho tiempo para armarme de valor y lanzarme… Ya no sabía en quién confiar, entre los que conocían la zona perfectamente y que me aconsejaban un taxi local (mucho más barato pero más peligroso), o más bien Uber que fue mi primera opción sin duda por la seguridad del precio propuesto y por la confianza que les di durante tantos años de servicio al estrangero (Filipinas, Bali, Australia Singapur y más…).

Entonces, me encontraba en Guadalajara, capital del estado de Jalisco, donde me quedaba en un albergue en pleno centro de la ciudad y que me dejaba deambular fácilmente durante mis 4 primeros días en México.
Se ha de notar que: al decidir viajar sola a México, acabé en uno de los estados menos seguros del país, según mis fuentes, entonces al anochecer, me aconsejaron volver al albergue (cosa hecha…).
Entonces decidí descubrir el festival tan popular en México: el Día de los Muertos, acompañada de un guía nativo de Guadalajara. Mi objetivo no era pasearme en los cementerios y hacerme amiga de los difuntos ¡NO! El día de los Muertos tenía el poder de recordarme la naturaleza efímera de nuestra existencia y aprender sobre la muerte según el punto de vista de la cultura mexicana. Pero en vez de esto, aprendí aún más sobre la vida y cómo vivirla.

Otra cosa que seguramente no habría conocido en otro lugar, es obviamente el descubrimiento de la tequila en su ciudad de nacimiento en TEQUILA, a 2h en coche de Guadalajara que pude reservar desde mi hostal.

Un primer recuento de mis 4 primeros inolvidables días durante esta experiencia de viajar sola a México, ¡a pesar de la presión de tener que volver pronto al hostal por la noche! Solo me faltaba la región de Yucatán, la zona más segura de México para descubrir un poco más sobre la cultura Maya. Y de repente, podía pasearme por la noche, deambular y hablar a mi alrededor sin que me miren mal. Esta vez, me alojé en Haciendas muy auténticas, cerca del centro de la linda ciudad colonial de Mérida, capital de Yucatán y mi punto de salida para numerosas excursiones que había preparado con cuidado… Con un solo objetivo en mente: organizar mis “Day tour” saliendo de los caminos demasiados turísticos como por ejemplo Tulum, Cancún o Las Islas Mujeres: empezando por Las Coloradas.

Pequeño paraíso rosa y azul a 3h en coche desde Mérida, sumergido en un parque nacional natural, que, y estoy segura, la mayoría de vosotros no conocíais hasta ahora… Ese día, éramos solamente 2  a hacer esta excursión… Casualidad ?

Cansada de mis días con esto de viajar sola a México, no paraba, sobre todo por la noche, de descubrir restaurantes geniales de la ciudad donde podía comer como una reina platos atípicos y pasear por las bonitas calles de Mérida, mientras me sumergía en la cultura mi-mexicana/mi-Maya para el resto de mis días.

Bueno, tampoco podía viajar sola a México sin haber visto una de las 7 maravillas del nuevo mundo: el Chichen Itza y el Templo de Kukulcán. Un día ocupado me esperaba en la víspera de mi regreso a Canadá y unos 10°… Empecé el día descubriendo el Pueblo Mágicos, o sea la ciudad toda amarilla, y después un baño en el fabuloso Cenote antes de lanzarme realmente en la cultura Maya hacia el Chichen Itza. Muy turístico, estuve bastante decepcionada por el lugar demasiado frecuentado por los locales y sus puestos de souvenirs. La entrada al lugar cuesta 50€, sin contar una tasa que pagar de más ya que llevaba mi Gopro, tenía que añadir también 10€  para utilizarla… Olía a turismo de masa.
Mi excursión del día terminó en grande finalmente en la ciudad de Valladolid donde pude visitar el museo del chocolate Maya (un sabor completamente diferente que probar) antes de volver hacia Mérida.

Una cosa que recuerdo al viajar sola a México, es que como en la mayoría de mis viajes, siempre me pasa algo inesperado, muchas veces “out of my control”!

Para este enésimo viaje en solitario, recuerdo una de las mejores experiencias de mi vida. Tomé un riesgo y se transformó en mi mejor aliado. No me pasó ninguna desgracia como lo habían ‘previsto’ mis fuentes para una mujer que decide viajar sola a México, un país dicho ‘demasiado peligroso’.

Ahora estoy más que contenta de haber podido descubrir la bondad y la indulgencia de los mexicanos. Nunca olvidaré y no me arrepentiré de haber tomado este riesgo de viajar sola a México. ☺

Siempre hay que seguir su instinto y dar el paso… En cuanto a mí, me enriquecí gracias a estos viajes. El mejor regalo.

Espero haber inspirado a la mayoría de vosotras que no saben si irse en solitario o no. Solo Tengo un consejo: no te dejes engañar por los rumores o por lo que se pueda escuchar alrededor.

Fíate a ti misma !

Hasta pronto para otras aventuras en solitario!

Traducido del francés por Inès El Aoufir

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